) 102) LES VÍCTIMES DE LA CRISI (I): "Los sin trabajo"

La monumental, y no resuelta todavía, crisis financiera está produciendo también en nuestra Comunidad víctimas de carne y hueso, con nombres y apellidos. Es muy posible que en unos años se pueda superar la actual crisis, pero difícilmente podrá recuperarse automáticamente el casi pleno empleo de hace unos escasos años. Habrá colectivos a los que les resultará difícil volver a reingresar en el mercado real del trabajo, al menos con la facilidad y condiciones de antaño. En estas líneas voy a intentar aproximarme no sólo a los parados, sino especialmente a colectivos que, aún percibiendo hoy el seguro de desempleo, pueden calificarse como "sin trabajo" casi crónicos si no se aplican políticas activas específicas.

Posiblemente el primer colectivo afectado puede ser el de los parados de larga duración y con una edad mayor de 45 años. Basta observar en los distintos medios, incluido Internet, las ofertas de empleo. La conclusión podría ser: "abstenerse mayores de 45 años". El segundo colectivo puede estar formado por los miles de trabajadores, con contratos temporales (¡y precarios!), muchos de ellos en el paro (generalmente de escasa duración) sin ninguna formación ni preparación profesional específica. Tales personas no son necesariamente "mayores", aunque también pueden localizarle entre los mayores de 45 años.

Hasta ahora tales colectivos solían encontrar un hueco en nuestro mercado de trabajo, formado básicamente por mano de obra intensiva sin necesidad de formación específica. La demanda procedía básicamente de la construcción, y también del turismo en temporada alta. Sus salarios reales, en muchos casos, resultaban relevantes en base al trabajo a destajo y/o horas extras abonadas en "blanco" y/o en "negro". Pero difícilmente regresaremos al anterior "paraíso" laboral, sobretodo si no queremos repetir de nuevo el "pan para hoy y hambre para mañana".
Voy a referirme a un tercer colectivo menos visible pero real, que también corres riesgos de exclusión laboral y social. Se trata de personas en situación de "paro laboral", y con dificultades añadidas para encontrar trabajo. Es una realidad que el trabajo no se encuentra sólo a través del INEM, suele ser más decisivo el utilizar las denominadas "redes sociales" que suelen tener una información más directa de las ofertas reales de trabajo, aunque posteriormente deban tramitar su contrato a través del INEM. Hay personas, trabajadores, que no cuentan con tales redes sociales. El colectivo de inmigrantes legales, actualmente en el paro después de finalizar su contrato, forma parte de tal perfil. Pero no son los únicos.

Para concluir voy a referirme a otro colectivo, las mujeres, que sufren en sus carnes y de manera directa las consecuencias de la crisis. El sociólogo Vicente Navarro acaba de publicar una lúcida investigación donde se pone de manifiesto el grave proceso de exclusión de parte del colectivo de mujeres agravado en momentos de crisis, llegando incluso a un aumento relevante de sus tasas de enfermedad. Pongo dos simples ejemplos. Los dos miembros de la familia trabajan fuera del hogar, y otra persona (¡se supone que contratada legalmente!) realiza el trabajo doméstico. Cuando la economía familiar comienza a resentirse por la crisis no extraño que la mujer sea la que tiene que abandonar su trabajo para dedicarse a las labores de casa, y así ahorrar un salario. Es significativa la campaña que realizan ciertos medios y "opinadores" contra las guarderías (¡no las denominan escuelas maternales o infantiles!) que, según ellos, son perjudiciales (¡incluso físicamente!) para los hijos. Si es así, la consecuencia es clara: la mamaíta debe dejar su lugar de trabajo para "guardar" a sus críos.

Desde la Conselleria de Trabajo se ponen en marcha planes de "emergencia" para cubrir colectivos sin seguro de desempleo, así como acciones de formación y/o reciclaje vinculadas a su inclusión real en el mercado de trabajo. Planes y acciones que deben combinarse con medidas de reactivación de nuestros sectores productivos, auténticos agentes de creación de empleo. La tarea no es fácil.

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