) 303) Aquí no dimite ni el apuntador

Desgraciadamente está ocurriendo lo que algunos preveíamos. El denominado Código Ético que debería regir las nuevas reglas de juego entre los partidos del pacto, salta por los aires a la primera de cambio. Bartomeu Vicens ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel, aunque la sentencia pueda recurrirse. A Miquel Nadal, como medida cautelar, le han retirado su pasaporte. Pero, de momento, nadie dimite. ¡Faltaría más!
El señor Vicens, virtualmente expulsado de UM, no se siente afectado y en consecuencia no entiende porqué debería dimitir como diputado del Parlament. Pero, ¿Vicens es uemita o no? Cuando estaba en peligro la aprobación de los presupuestos de la Comunidad, el presidente de UM, Miquel Àngel Flaquer, garantizó el voto positivo. El señor Nadal, todavía miembro de UM, tampoco piensa dimitir porque, según los uemitas, tal situación no está incluida en el código ético. Ahora resulta que Nadal, como concejal de Palma, no es un cargo ejecutivo ni político, sino electo. ¿Puede alguien con dos dedos de sensatez considerar de recibo tal respuesta? Y, visto lo visto, ¿es creíble que si se producen más condenas y/o medidas cautelares entre los cargos políticos-electos-ejecutivos uemitas éstos vayan a dimitir? Desde mi perspectiva se llevan el sillón a su casa antes de dejarlo. Sin embargo, para ser justos, es necesario resaltar la actitud de Damiá Nicolau que, una vez condenado, independientemente de que recurra o no la sentencia, ha abandonado su partido y su cargo de Concejal en Porreres.
Desde mi perspectiva ya hemos perdido todos los baremos éticos. Pero, además, tales personajillos han perdido su dignidad, su pudor y cualquier referencia a la estética. Y encima estamos instalados en el mundo al revés. Ahora resulta que el PP es el gran abanderado contra la corrupción, cuando los hechos que ahora son objeto de investigación fiscal y judicial se produjeron durante la legislatura anterior ya sea en el contexto del gobierno presidido por Matas, y/o en el Consell de Mallorca gobernado por PP-UM. Dicho lo cual, no pretendo excusar al actual Pacto sobre el cual ha caído la gestión política de la corrupción.
La actual situación es irrespirable, además de dificultar cualquier acción positiva del gobierno precisamente en unos momentos graves de crisis socio-económica. ¿Qué hacer? La solución concreta no es fácil. Pero la dificultad no puede ser excusa para seguir anclado en el más de lo mismo, esperando ojo avizor el próximo accidente. Es la hora de los principios, del coraje, y de poner en primer lugar los intereses de los ciudadanos.
¿Fórmulas posibles? Elecciones autonómicas avanzadas no las desean la gran mayoría de partidos políticos, por lo imprevisible de sus resultados. Lo que no implica que quizás se conviertan en inevitables, con lo que supondría en meses de paralización de las instituciones en unos momentos que exigen decisiones y gestión. La segunda posibilidad es que el Govern pida una moción de confianza al Parlament. Esa parece ser la estrategia del partido popular, que lo podría conducir, sin elecciones, a gobernar, aunque fuera en minoría.
La tercera vía podría ser gobernar en minoría PSOE-Bloc, especialmente los cargos uemitas tienden a pasarse por el forro de la chaqueta. Resulta evidente que gobernar con tal minoría resultaría muy difícil, pero no necesariamente imposible. En tal caso cabría observar cual sería la actitud política de UM, y de los populares con los uemitas.
La última vía es la elegida: gobernar en “minoría” PSOE-UM- Bloc, y en consecuencia rechazar el voto de Bartomeu Vicens. Pero, ¿cómo se gestiona tal minoría dada la imprevisibilidad de Vicens?. Habrá casos que votará en contra de las propuestas del Pacto, en otros se abstendrá, en otros votará a favor. Teniendo los presupuestos aprobados, aunque se produjera una cierta inestabilidad parlamentaria, ¿el Govern tendría suficiente capacidad de maniobra para gobernar con eficacia? Posibles acuerdos puntuales con los populares no se perciben como probables. La penúltima fue dejar con un palmo de narices al President, poniendo como condición previa de colaboración la ruptura de los socialistas con todos sus socios. Aquella propuesta del actual líder popular, JR Bauzá, de concretar Pactos de Estado en asunto de intereses básico, sin exigir ruptura de pactos, parece reposar en el baúl de los recuerdos. No olvidemos que los populares están en capilla a la espera de su Congreso donde compiten tres estrategias: Bauzá, Rodríguez y Delgado.
Mientras lo ciudadanos seguimos cabreados viendo que aquí no dimite no el apuntador.

Política

Tarabini, Antoni | - 22-XII-2009