) 569) Entrevista a Gabriel Escarrer

Vicepresidente y consejero delegado de Sol Meliá. Gabriel Escarrer (Palma, 1971), el hombre que maneja los mandos de una de las cadenas hoteleras más grandes del mundo llega a esta entrevista después de 15 reuniones y todavía sin haber comido, pese a que el día comienza a oscurecer. Son las tiranías de Fitur.

—¿Las intenciones de Sol Meliá en Balears pasan por mantener la planta o iniciar un proceso de desinversión?

—Hemos demostrado a lo largo de muchos años la apuesta por Balears. Está claro que no hay nuevos proyectos pero sí reformas muy importantes en los establecimientos. Creo que la apuesta no tiene que ser por la cantidad sino por la calidad. Y cuando hablo de calidad, no me refiero a elevar todos los hoteles a cuatro o cinco estrellas. Buscamos mejorar la planta hotelera.

—Se ha comentado la posibilidad de que ustedes transformen uno de sus establecimientos mallorquines en un Me by Meliá (la marca de lujo).

—No es una prioridad estratégica. Pensábamos convertir alguno de los establecimientos en ´Me´ por tener en nuestra ciudad un hotel representativo de todas nuestras marcas, pero no hay ninguna decisión tomada al respecto.

—¿Y el Palas Atenea?

—En el Palas Atenea nos acogimos al decreto Nadal. Hay un proyecto muy ambicioso que desarrollaremos al final de este año y al principio del próximo. Nuestra intención es ganar las terrazas del hotel y ampliar las habitaciones. El objetivo es convertirlo en un hotel de reuniones e incentivos, aprovechando que para esa época esté a pleno rendimiento el Palacio de Congresos de Palma.

—¿Qué valoración hace de la situación turística de Balears?

—Balears tiene futuro y reúne muchos alicientes. El turismo de sol y playa es un modelo exitoso y no está acabado. Eso sí, lo tenemos que complementar porque nos enfrentamos a muchos competidores como Marruecos, Egipto o Turquía. Hay aspectos que no se están potenciando como se debería, caso de las reuniones e incentivos, el cicloturismo, el golf. A la oferta cultural de Palma no se la ha sacado el jugo adecuado, y tampoco a las compras y los cruceros. No tiene sentido que los cruceros que vienen en temporada alta se encuentren con muchas tiendas cerradas el sábado por la tarde y el domingo.

—¿Cómo valora la actuación del Govern en materia turística?

—Se han intentado hacer las cosas bien. El problema ha sido la falta de continuidad en las conselleries. El mero hecho de haber tenido cuatro consellers en una legislatura no ayuda. La última, Joana Barceló, se esta tomando las cosas de forma muy seria y adopta iniciativas valientes. Pero esas iniciativas no tienen que ser solo a corto plazo, sino a medio y a largo.

—Las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina.¿A qué carta jugarán los hoteleros?

—Lo importante es que haya un núcleo de gobierno estable. Y que esa estabilidad sea desde el día uno después de las elecciones, y no que se generen incertidumbres por meses de negociaciones, que es lo peor que nos podría pasar.

—¿La figura de los condohoteles [híbrido entre el modelo hotelero y el residencial] se puede trasladar a Mallorca?

—Creo que sí. Sin lugar a dudas. Sería positivo. Pero pasa como con el decreto Nadal. Seguro que no sale bien si se da el visto bueno en un momento donde no hay financiación, liquidez y posibilidad de llevarlo a cabo, además con el agravante de un sector inmobiliario donde hay una sobreoferta. Es igual que las reconversiones como la de la Platja de Palma. El problema es que se hacen en época de crisis. Para la siguiente bonanza económica tenemos que ir, tanto la iniciativa privada como la pública, juntos en la creación de esos planes de reconversión integral. Respecto al condohotel, a muy pocos hoteleros puede ayudar porque lo que hacemos es elevar el problema inmobiliario de la isla. No es el momento de llevarlo a cabo.

—¿Cómo tenemos que entender las últimas ventas, como la del hotel Lebreros en Sevilla?

—Como una búsqueda de fuentes alternativas de financiación a las tradicionales. Está claro que hay una falta de liquidez en el país. Nuestra intención es no desprendernos de los hoteles a largo plazo, por eso hacemos una operación de sale and leaseback. Sol Meliá tiene una ventaja: nuestro nivel de liquidez es de 560 millones de euros para afrontar nuestros compromisos de 2011 y 2012.

—¿Cuántos amigos tiene Sol Meliá en Facebook?

—Más de 40.000. Es tremendo como va creciendo día a día. Es una apuesta de fidelización de la compañía. Ponemos al cliente en el núcleo de la organización. Podemos anticiparnos a sus demandas. Parte de la remuneración de nuestros directores va ligada a la opinión de nuestros cientes en las redes sociales.

Turisme

Manso, Miquel | Diario de Mallorca - 21-I-2011