673) Comunicar también es gobernar

Tras unos largos días de silencio, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, justificó ayer en una entrevista concedida a la Agencia EFE la dura subida del IRPF en que el déficit que se encontró al llegar al Gobierno era superior a lo esperado, 20.000 millones más. El presidente, en una frase que sonó a sincera confesión, admitió que la medida es “dura y dolorosa, pero absolutamente imprescindible. No quedaba otra opción”. En esta primera entrevista que concedió como jefe del Ejecutivo al presidente de EFE, Álex Grijelmo, desveló que fue el 27 de diciembre cuando conoció, a través de la Intervención General del Estado, el aumento imprevisto del déficit –del 6% al 8%–. Ante esta nueva realidad, Rajoy insistió en que era fundamental para la credibilidad del país y para poder financiarnos fuera una subida de impuestos. Aunque estos días se ha hablado bastante en los medios del silencio de Rajoy, el presidente también quiso dejar claro ayer que “va a dar la cara y no se va a esconder” ante la crisis económica. Ese es el motivo por el cual no creó una vicepresidencia económica, al ser esta cuestión –con cinco millones de parados–, la más importante.
En la entrevista también surgió la cuestión del discutido tema de un posible incremento del IVA. El jefe del Gobierno aseguró que si hubiera creído preciso subir este impuesto no le habría temblado la mano y añadió que tratándose de una carga fiscal que afecta por igual a todos los ciudadanos y supone precios más elevados, sería más injusto y por ello no prevé un incremento del mismo. Otros grandes temas que se abordaron fueron la reforma laboral, en la que Rajoy desea “el mayor acuerdo posible” y la no creación de un banco malo en España.
Hay que reconocer el valor de que Mariano Rajoy haya dado, como él mismo dice, “la cara”. Aunque quizá, para esta primera ocasión hubiera sido mejor un formato más abierto, una conferencia de Prensa en el Palacio de La Moncloa, con turno de preguntas para los periodistas, en ese estilo americano que encajaría bien con ese presidencialismo que parece que Rajoy va a implementar en su Gobierno, haciéndose responsable último de todas las decisiones y proyectos del Ejecutivo. Este es el momento de pedir al Gobierno un esfuerzo de comunicación, de claridad y unidad de mensajes.
En la entrevista concedida a EFE faltaron algunas preguntas, como por qué se ha nombrado a una secretaria de Estado que hizo campaña para Zapatero y Rubalcaba y que participó en actos donde se insultaba a los votantes del Partido Popular. Por el contrario, sí se le preguntó sobre el tráfico, algo que corresponde a una dirección general y que además es una de las pocas cifras españolas que lleva buen camino, porque se reducen los accidentes. Todas las demás están en números rojos.
Las formas importan casi tanto como el fondo, y los mercados, los inversores extranjeros y tantos otros factores vitales en este momento necesitan confiar en todo un proyecto de Gobierno. No puede extenderse más esa imagen de tecnócratas, gente poco capaz de hacer una buena comunicación política y que está de paso por el poder, sólo hasta que se arreglen las deficiencias urgentes y, por supuesto, sin cuestionar siquiera los cimientos del régimen socialista. Lo que ha pasado en España es gravísimo, todos tendremos que pagarlo, pero es inaudito que los culpables se vayan de rositas.

Política

Editorial | La Gaceta - 13-I-2012